Sticky Fingers - Una Portada Controversial



Los Rolling Stones, Sticky Fingers.
Las cubiertas de Sticky Fingers y The Velvet Underground y Nico son simples y evocadoras. Ambos encierran el mejor álbum de su respectiva banda. Y quizás lo más importante, ambas portadas son (o sugieren, supongo) el símbolo más antiguo del rock and roll: los genitales masculinos. En la portada de Sticky Fingers, todo lo que obtenemos es la foto de la entrepierna de un hombre, aunque cubierta por jeans. 
Y al igual que las calcomanias utilizadas por el Velvet Underground para revelar una sorpresa debajo, el prensado original de Sticky Fingers vino con una cierre de cremallera que funcionaba. Cuando se baja, supuestamente revelaba numerosas cosas, pero en realidad mira la cubierta interior en donde se observa la trusa de un hombre.

Mientras que la etiqueta de banana era una pesadilla de fabricación para el Velvet Underground y la MGM, la cremallera fué posteriormente abandonada por los Rolling Stones debido al daño causado a los envíos del vinil cuando fué el lanzamiento del álbum. Normalmente, los pedidos de vinilo se apilaban y se enviaban, el peso de los álbumes provocaba que el cierre se hundiera en el disco. No hace falta decir que hubo muchos clientes que no estaban muy contentos con la abolladura que les hacía perderse los acordes iniciales de "Brown Sugar" o las partes finales de "Sister Morphine". Esto fué resuelto poco después enviando el álbum con el cierre de cremallera hacia abajo, de modo que la lengueta del deslizador solo rozara con el centro del álbum, donde no había música. 

El clásiquísimo y conocido logotipo de la lengua de los Rolling Stones.

Otra razón por la cuál este album es de trascendente importancia, es que fué en en este album (concretamente en un lado de la funda interna) donde se usó por primera vez el logotipo de la banda, ahora ya inconfundible e icónico, de los labios y la lengua, el cuál fué diseñado por un estudiante de arte de Londres llamado John Pasche. También el album Sticky Fingers iba a ser su primer disco de la nueva década, su primero sin Brian Jones, y el primero para su recién formada marca Rolling Stones Records. Los Beatles acababan de disolverse, dejando al grupo sin rival serio. La banda probablemente estaba ansiosa por mantener su estatus de chico malo, pero al mismo tiempo se distanciaron del lado más oscuro de su imagen y avanzaron hacia una controversia más comercialmente viable: el sexo. 
Sabiendo que el diseño del álbum debía reflejar esto, y finalmente en control de su propio mercado trás dejar Decca Records, Mick Jagger visitó el Royal College of Art en Londres para encontrar un estudiante de diseño para contratar. El prestó atención al promedio mostrado de John Pasche y lo contrató para crear un nuevo logotipo para el grupo. El logotipo resultante de labios y lengua, basado en la gran y conocida expresión de Jagger, fué pensado como "un símbolo de protesta y [para] tener un sentimiento de anti-autoridad en realidad, de manera que este funcionara bien con ellos siendo los chicos malos del rock and roll", dijo Pasche recientemente a MTV. Siendo estos los primeros días de la marca de la banda de rock, el icónico logo nunca apareció en la portada de un álbum. Sin embargo, sí apareció en camisetas, tazas, llaveros, botones, cinturones y un número incontable de otros artículos promocionales, incluyendo los recientes orinales en el Rolling Stones Fan Museum en Alemania.

 El Modelo de la portada del Sticky Fingers

El propietario del mezclilla en la portada ha sido discutido durante mucho tiempo, y es otra parte de esta historia de rock and roll vinculada inevitablemente a Andy Warhol. Una leyenda urbana dice que fue Mick Jagger, pero no lo fue. Warhol y el artista pop Billy Name fotografiaron un puñado de modelos masculinos para la portada, incluidos algunos de los amantes de Warhol en ese momento. Uno de los posibles propietarios de la famosa entrepierna es Joe Dallesandro, protegido de Andy Warhol y el actor principal de las películas rodadas en The Factory. Sin embargo, Glenn O'Brien, uno de los asistentes de Warhol, no estuvo de acuerdo con esta opción. Según O'Brien, era Jed Johnson, amante de Andy Warhol, el verdadero dueño de los pantalones. Incluso Glenn O'Brien fue más lejos y afirmó que la trusa era su propia trusa. Pero, Jed Johnson negó la historia de O'Brien.
El último candidato es otro miembro de The Factory, Corey Tippin, pero la verdadera respuesta a la pregunta de quién se esconde detrás de los pantalones del Dedos Pegajosos (Sticky Fingers), sigue siendo un secreto.
Con el tiempo, se omitió el cierre de cremallera real, y fué reemplazado por solo la imagen de una cremallera.